

Amigurumi
Hace unos años, en medio de una gripe que me tuvo en cama casi una semana, aburrida de ver series y leer, me acordé de mi aguja de crochet y unos ovillos de hilo que tenía en casa.
Los busqué y me di cuenta que no sabía mucho qué hacer con ellos. Empecé a practicar los puntos básicos que me había enseñado hacía ya tiempo mi abuela y se me ocurrió buscar ideas en Pinterest.
Ahí descubrí el mundo del amigurumi y una vez que empecé ya no pude parar.

Te cuento un poco lo que se sobre amigurumi:
Los amigurumi, de origen japonés, forman parte de lo Kawaii (tierno, bonito). Persiguen el objetivo de alimentar el espíritu de niño que todos llevamos dentro.
Según la tradición, cada amigurumi posee un “alma” que lo convierte en el compañero y confidente de por vida de su dueño, proporcionándole protección y consuelo en los momentos de estrés y tristeza.
Son objetos de apego ligados a conceptos de amistad, complicidad y compañía.
Brindan protección y seguridad a su propietario. En algunos casos se usan como amuletos personales en casas, negocios y puestos de trabajo, donde recuerdan a su dueño que debe respirar, sonreír y hacer una pausa.
¿No es para enamorarse?
¿Cómo cuidar a tu amigurumi?
Los amigurumi Nonalina están confeccionados en hilo de algodón y rellenos de guata siliconada y sin partes pequeñas que puedan soltarse y provocar algún daño.
Esto los convierte en objetos de apego ideales para recién nacidos y bebés.
Como todos sabemos, el muñeco de apego acompaña al bebé en la cuna, el coche y, a veces, hasta en el jardín.
Es por eso que para mantenerlo lo más sano y limpio posible te recomiendo lavarlo regularmente en lavarropas, sin temperatura, en lavado corto y sin suavizante. Para evitar que se deforme, te aconsejo que lo laves dentro de una bolsa de tela. En Nonalina te ofrecemos bolsitas de tela realizadas en lienzo, ideales para trasladar, guardar y lavar a tu amigo todas las veces que quieras!.